El cine pegado a la vida ha sido premiado este año con la Palma de Oro del Festival de Cannes. El jurado, presidido por un actor comprometido y sin pelos en la lengua, ha otorgado el premio gordo a esta pelicula, dirigida por Laurent Cantet, que muestra sin artificios de ningun tipo la realidad social de un colegio frances. La lucha de un profesor por ser escuchado y las preocupaciones y prioridades de un grupo de alumnos adolescentes. La Palma de Oro ha vuelto a Francia 20 años despues de que el director Maurice Pialat la ganara con Sous le soleil de satan. Otro relato realista, esta vez sobre el Napoles de la camorra, se ha hecho con el Gran Premio del Jurado. El director italiano Mateo Garrone ha construido en Gomorra una historia valiente, sin concesiones, sobre las sordidas condiciones de vida que impone la mafia napolitana en todos los ordenes sociales. En el apartado actoral, no ha habido sorpresas al conocer que el puertorriqueño Benicio del Toro subiria al escenario a recoger el premio a mejor actor por su interpretacion del Che Guevara; si, en cambio, ha sorprendido la concesion del premio a mejor actriz a la brasileña Sandra Corveloni, protagonista novel del film de Walter Salles Linha de passe. Mas discutido ha sido el premio a mejor director otorgado al turco Nuri Bilge Ceylan por su pelicula Los tres monos, pues las quinielas apostaban por Clint Eastwood, buen amigo del presidente del jurado y director de la ovacionada Changeling. El veterano director ha tenido, pues, que conformarse con un premio con un “Premio especial del Jurado”, completamente inesperado y fuera de carta. Los hermanos Dardenne, habituales en el palmares del festival (han ganado en dos ocasiones la Palma de Oro), tambien han subido a recoger premio esta vez: el de mejor guion por El silencio de Lorna, una pelicula sobre el drama de la inmigracion.