Solo en un fin de semana
Antoine, publicista en la cuarentena, es un hombre de exito y puede decir que tiene todo lo que un hombre puede desear. Esta casado con Cecile, es padre de dos hijos, tiene una amante, vive en una bonita casa no lejos de Paris y se lleva bien con el vecindario. Sin embargo, un dia como cualquier otro, su forma de ver la vida cambia de golpe. Durante una reunion con un cliente importante, decide dejar su trabajo de malos modos. De vuelta a casa para el fin de semana, destruye sistematicamente todo lo que ha construido durante años, empezando por su familia y amigos.
otra revolucion francesaLo que a simple vista, nos puede parecer una historia mas de crisis de los 40, se convierte en toda una rebelion burguesa y una feroz critica contra la hipocresia, inmersa una atmosfera que sin duda supera al drama, y que se adentra sin paliativos en la mente del protagonista y en las razones de su comportamiento.
Dejad de quererme supone todo un recorrido vital por las causas y los motivos de cada uno, y que engancha al espectador en un marco de economia de recursos y ninguna concesion a los artificios tan de moda.
Tras
Una chica cortada en dos, llega a nuestras pantallas otra muestra de esos productos artesanales, tan tipicamente franceses, esta vez dirigido por Jean Becker. Con obras como
Un crimen en el paraiso, o la mas reciente
Conversaciones con mi jardinero, y mediante una forma claramente clasica, tranquila y elegante, el director presume de un cine centrado en los personajes y la interpretacion de los actores, y mas integrado en los entornos rurales que urbanitas. Protagonizan esta vez Albert Dupontel, una cara conocida para los espectadores habituales del cine galo y sobre todo, recordado por la interesante
Las confesiones del doctor Sachs; y Marie-Josee Croze, habitual en el cine americano, y a quien hemos visto en
Munich o
La escafandra y la mariposa.