Dracula y el cine, segun PortabellaEn los años 70 el director de culto Jesus Franco rodaba la pelicula comercial
El Conde Dracula, protagonizada por Christopher Lee. Asi es como el provocador director catalan Pere Portabella aprovecho el trabajo de su compañero para filmar un documental a modo de "primitivo making off". Con las tomas originales de la pelicula, los terrorificos decorados como inspiracion e imagenes del backstage con los actores, Portabella da su personal vision del mito de Dracula, apartandose del cine oficial del franquismo y optando por un vanguardismo prohibido en la España de la epoca.
Un making off como excusa para reflexionar los artificios e imposiciones del cine, que llamamos comunmente, comercial38 años despues de su rodaje y con el exito aun presente de
El silencio antes de Bach, el realizador, por fin, consigue estrenar en España una de sus obras mas controvertidas, a la vez que mas rabiosamente modernas. No habiendo superado las barreras de la censura franquista, el catalan se vio obligado a estrenarla en 1972 en el MOMA de Nueva York, sin siquiera poder estar presente al haber sido retirado su pasaporte. Incluso a los asistentes a la proyeccion firmaron una carta manifestando su reprobacion al gobierno español por este hecho.
En dicho contexto de represion, se realizo
Vampir-Cuadecuc, un ejemplo de cine hecho sin recursos, inmerso en la atmosfera y el look filmico de
Nosferatu o
Vampiro, y que ademas se erige como estandarte de la diferencia entre el cine oficial franquista y el clandestino, nunca estrenado en España. Frente a la romantica vision del mito de Bram Stoker, Portabella articula todo un subtexto sobre la creacion y el lenguaje filmico fuera de imposiciones economicas e industriales, justo en la misma semana en que se estrena su contrapunto con la superproduccion americana
El caballero oscuro. Filmado provocadoramente en blanco y negro y 16 mm, y sin dialogos ni banda sonora,
Vampir-Cuadecuc desvela los mecanismos de construccion y artificio del cine narrativo convencional frente a la pureza del lenguaje cinematografico sin ataduras. Un alegato a favor de otras formas de contar que sin duda, constituye ademas una intervencion radical en la institucion cinematografica española.